En 1972 montesa lanza al mercado la Cota 123 ante las
peticiones de sus pilotos de una moto más ligera y manejable que la Cota 247,
aún a costa de menos potencia. Todo en esta moto era nuevo y a una escala más
reducida de su predecesora. El bastidor mantenía sus mismas características,
pero de menor tamaño y tubos de menor diámetro. Las llantas eran de acero
cromado de 20 pulgadas la delantera y 17 la trasera.
El nuevo motor rendía una potencia de 13 CV, 10 CV menos que su hermana mayor, pero 20 kg más
ligera, lo cual la convertía en una moto muy competitiva en determinadas zonas.
Poco tiempo después empezó a fabricarse la Cota 74, idéntica
a la Cota 123 pero con un diámetro de pistón reducido a 42 mm para conseguir
una cilindrada de 74,8 cc y destinada al sector más joven, pudiendo conducirse con el carnet
A1 con 16 años.
La mayoría de usuarios de quejaban de la escasa potencia de
estos modelos, por lo que muchos preparadores se dedicaron a aumentar su
cilindrada a base de rectificar sus cilindros.
El más destacado fue el Antonio Roma, “El mago de Vic” que
optó por fundir unos cilindros nuevos con un diagrama de distribución
diferente, un diámetro de 60,9 mm, llegando a alcanzar una cilindrada de
157,5 cc.
Montesa rápidamente copió la idea presentando en otoño de
1974, con ocasión del Salón de Paris, la Cota 172. Era prácticamente la misma
moto que las Cotas 74-123 pero con la cilindrada aumentada, un basculante más
largo, llantas de 21 y 18 pulgadas, una horquilla fabricada por Betor con unas
dimensiones intermedias entre las de 123 y la 247, unos nuevos amortiguadores
traseros Telesco y un manillar Akront dorado fabricado en dural que resultó un
desastre por las fisuras que aparecían al poco tiempo de uso.
Se puso a la venta en 1975 con la numeración 19M. La mayoría
con el kit depósito-asiento pintado en color rojo, pero algunas en un peculiar
e insólito color verde. Solamente llegaron a producirse 1990 unidades, lo que
le hace ser una pieza muy cotizada y buscada por los coleccionistas.
