Antonio Domínguez y Javier Gómez son dos aficionados cacereños al Trial y amantes de Montesa. Los dos tienen una bonita colección de motos clásicas, todas en perfecto estado de conservación y originalidad. Pero desde hacía tiempo les había surgido la idea de imaginar y recrear cómo hubieran sido algunos modelos postclásicos, no sólo como motos de colección sino incluso para llevarlas a la competición.
Según la RAE el significado de Recrear es “Crear o producir una cosa a partir de otra ya existente”. Dicho y hecho se pusieron manos a la obra.
Con la intención de participar en la nueva categoría de Postclásicas de la Copa de España 2022 y siempre siguiendo el criterio de utilizar componentes originales de la marca, se partió de la base de una Cota 310 primera serie fabricada en el año 1990. La primera decisión fue eliminar la horquilla invertida Marzocchi tan de moda en la primera mitad de los años ´90 y que tan malos resultados dio en la especialidad del Trial. Se decidió montar una horquilla convencional de la marca Betor y las tijas provenientes de una Cota 335 del año 1986. En la parte trasera se instaló un amortiguador trasero también de la marca Betor de Cota 335.
Se le quiso dotar de una estética más clásica, olvidando los colores ácidos de la época y recuperando el color rojo Montesa, los anagramas tradicionales de la marca y el chasis en color gris metalizado. Ya sólo quedaba bautizarla, no podía ser un nombre existente y el escogido fue el de Cota 303.
El comienzo no pudo ser mejor, obteniendo en la primera prueba celebrada en Sigüenza el segundo puesto el sábado y la victoria el domingo, consiguiendo la medalla de bronce al final del campeonato.
Los creadores de las motos